domingo, 21 de marzo de 2010

La poesía de Alberti

Benjamín Prado siempre ha dicho que Alberti fue su maestro y amigo. A él dedicó varios años de su vida para, como decía Cortazar, "apilar", y a él ha dedicado mucho tiempo después de que su vida se marchara, dejado su recuerdo y su sempiterna presencia. Valga el poema "Lo mismo y lo contrario" como ejemplo, y el libro "A la sombra del ángel" como recuerdo.

Y sirva también el homenaje que la Universidad de Almería le ha dedicado al poeta a los 10 años de su fallecimiento y en el que en una de las jornadas estuvieron presentes dos d elos poetas actuales que mejor lo conocieron, pues fueron sus amigos; Benjamín Prado y Luis García Montero. No pudimos estar en el homenaje (si alguien estuvo y quiere comentar... bienvenido sea), pero sirva esta crónica de Noticas de Almería, como botón de muestra de lo qe pasó allí.

Benjamín Prado y Luis García Montero descubren el lado humano del poeta.

Los dos han participado en el ciclo de conferencias organizado por la Universidad de Almería en homenaje a Rafael Alberti
Benjamín Prado y Luis García Montero, poetas, ensayistas, novelistas y amigos comparten también en común la amistad que ambos mantuvieron en vida y durante años con Rafael Alberti, el gran poeta gaditano del que ahora se cumplen diez años de su fallecimiento. Ambos han participado esta tarde en el ciclo de conferencias que la Universidad de Almería ha organizado en homenaje a la figura literaria de Alberti y que mañana clausurará el Premio Nacional de Poesía José Manuel Caballero Bonald.

Prado y García Montero han echado mano de sus recuerdos personales y de sus vivencias junto a Alberti para retratar la parte más humana y tal vez más desconocida del poeta. Un hombre que, además de ser un fabuloso poeta, “una universidad andante” como le ha definido Benjamín Prado, plenamente consciente de su magnitud y tamaño no sólo como autor sino también como figura pública, era al mismo tiempo una persona muy cercana, preocupada por lo que ocurría a su alrededor. “No estaba encerrado en una torre, a pesar de que sabía perfectamente lo que representaba para muchos españoles, su memoria de poeta en el exilio. Daba gusto sentarse con él a tomar un café o, simplemente, a ver pasar a las chicas por la calle. Rafael era un hombre pegado a un peine y cuando una chica se acercaba a menos de cinco metros, ya estaba él peinándose. Era maravilloso estar, además, con una persona que tenía una fe tan grande en la literatura, que creía que la literatura es algo importante incluso en la vida civil”, rememoraba Benjamín Prado.

Por su parte, Luis García Montero, que conoció a Alberti siendo todavía un poeta muy joven, hablaba del poeta gaditano en términos de admiración absoluta. “Era absolutamente generoso con los jóvenes y, además, un poeta nada sectario que lo mismo leía a Quevedo que a Bécquer. Y eso él nos lo transmitió a nosotros, esa generosidad y esa ausencia de sectarismo en lo literario”, decía García Montero.

El novelista granadino afirmaba que él también está “un poco cansado” de tener que reivindicar la memoria poética de Alberti “que algunos libros este año han intentado manchar por su vinculación política” con el Partido Comunista.

Benjamín Prado, poeta, ensayista y novelista español, fue ayudante de Rafael Alberti durante años y autor del libro A la sombra del ángel, trece años con Alberti, y Luis García Montero, poeta y Catedrático de la Universidad de Granada, obtuvo su Doctorado con una tesis sobre la figura de Rafael Alberti, con quien lo unió una gran amistad. García Montero es uno de los representantes más significativos de la poesía española de hoy. Actualmente, es profesor titular del departamento de Filología Española de la Universidad de Granada y además de prestigioso poeta, es un consagrado ensayista y columnista de opinión.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Que casualidad. Ayer estuve en la fundación de Alberti en el puerto.

uno sale de allí dudando si Alberti era un poeta de cuadros o un pintor de poemas...

ONio